sábado, 1 de octubre de 2011

El Hombre y la Técnica. Releer a Spengler.




El Hombre y la técnica. Oswald Spengler. Extracto.

Todo lo orgánico sucumbe a la creciente organización. Un mundo artificial atraviesa y envenena elmundo natural. La civilización se ha convertido ella misma en una máquina, que todo lo hace oquiere hacerlo maquinísticamente. Hoy se piensa en caballos de vapor. Ya no se ven y contemplanlas cascadas sin convertirlas mentalmente en energía eléctrica. No se ve un prado lleno de rebaños pastando sin pensar en el aprovechamiento de su carne. No se tropieza con un bello oficio antiguo de una población todavía alimentada de savia primordial, sin sentir el deseo de substituirlo por unatécnica moderna. Con sentido o sin él, el pensamiento técnico quiere realización. El lujo de la máquina es la consecuencia de una constricción mental. La máquina es, en último término, un símbolo, como su ideal oculto, el perpetuum mobile, es una necesidad espiritual y anímica, pero no vital.

[...]

Sólo hay una concepción del Universo que sea digna de nosotros: la ya citada de Aquiles cuando dice que mejor es una vida breve, llena de hazañas y de gloria, que una vida larga sin contenido. El peligro se ha hecho tan grande para cada individuo, cada clase, cada pueblo, que es deplorable el pretender engañarse. El tiempo no puede detenerse; no hay prudentes retornos, no hay cautelosas renuncias. Sólo los soñadores creen en posibles salidas. El optimismo es cobardía.

Hemos nacido en este tiempo y debemos recorrer violentamente el camino hasta el final. No hayotro. Es nuestro deber permanecer sin esperanza, sin salvación en el puesto ya perdido. Permanecer como aquel soldado romano, cuyo esqueleto se ha encontrado delante de una puertaen Pompeya, y que murió porque al estallar la erupción del Vesubio olvidáronse de licenciarlo. Eso es grandeza; eso es tener raza. Ese honroso final es lo único que no se le puede quitar al hombre.

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